Bandera Azul 2013, Polignano es dicha “Perla del Adriático” para los doce kilómetros de litoral caracterizado por un mar cristalino y una sucesión de grutas excavadas por la acción del mar. Con un tour en barco de casi una hora y media, podrás descubrir cada su gruta, entre que la célebre Gruta Palazzese, bahías con aguas transparentes y gozar de adorables paisajes.
Duración
1h. 30m.
Disponible Todos los días
Pequeño Grupo Máx 10 personas
Punto de encuentro Puerto de San Vito
Salida
Cada 90 minutos
La así llamada “Perla del Adriático”, Polignano a Mare es famosa en todo el mundo por la unicidad de elevados arrecifes de su costa irregular, las grutas excavadas en la roca, accesibles sólo por mar. La acción erosiva del agua y del viento han dado a la luz un paisaje extraordinario. Por supuesto, la manera mejor de gozar de este espectáculo es desde el mar: con un tour en barco por Polignano a Mare podrás admirar el juego de luz y colores que se crea dentro de las grutas y tendrás la posibilidad de darte una zambullida en las aguas a lo largo de la costa.
Programa del tour en barco al descubrimiento de Polignano a Mare y sus grutas:
Encuentro al puerto de San Vito (Fracción de San Vito 342 – Polignano a Mare) e inicio del tour.
Gruta Palazzese, la más grande entre las grutas, hoy figura “entre las siete maravillas paisajísticas en el mundo”. En el siglo XVII la gruta fue escenario preferido de los nobles italianos para sus banquetes. Hoy, en cambio, acoge un restaurante único en el mundo, que parece casi suspendido entre la ciudad y el Mar Adriático.
Se sigue con la Gruta Ardito: al entrar, se nota como finos rayos de sol que penetran a través de la roca, producen un juego de luz y colores sobre las paredes de la gruta creando un espectáculo extraordinario.
Siguiendo, encontramos la Gruta del Llanto, que toma el nombre de las lágrimas de las madres tras la noticia que sus hijos fueron raptados durante las redadas de los Saracenos y de los piratas; y más la Gruta de las Monjas, que toma el nombre de sus visitantes más frecuentes: las monjas, que podían nadar lejos de las miradas indiscretas.
El tour sigue con una parada a Lama Monachile, uno de los paisajes de culto en toda Polignano. Una bahía maravillosa, engastada entre dos altas paredes rocosas; lugar perfecto para sacar fotos increíbles.
Por fin, la majestuosa Isla de San Paolo, o “Scoglio dell’Eremita”; según la leyenda, un individuo misterioso eligió este escollo como su dimora para transcurrir una vida en soledad y meditación.
Entre los otros puntos de interés, están previstas paradas en: Grotta dell’Arcivescovado, Grotta Favale, Port’Alga, Cala Paura y Grotta delle Rondinelle. Más abajo del recorrido está prevista una parada para nadar.
El precio incluye: Capitán profesional – Aperitivo con prosecco y «taralli» – Equipo de snorkel.
El precio no incluye: Traslado desde/para el hotel.
No olvidar: Traje de baño – Toalla playera – Crema solar – Sombrero para el sol – Cámara.
En Polignano a Mare, entre las playas más bellas, hay por cierto la famosa Lama Monachile, una playa encantadora encajada en una lengua de tierra entre grutas marinas y costas accidentadas, a sólo 10 minutos del centro de la ciudad. Por su singularidad paisajística y su mar cristalino, que le dio la Bandera Azul de Europa y 4 Velas Legambiente, Lama Monachile es muy frecuentada por los turistas que aquí pueden gozar de un panorama y de un mar incomparable, en manera gratuita. Pero la belleza de Lama Monachile hay que disfrutarla sobre todo desde el mar hacia el interior, donde la pequeña playa a forma de delta se pone entre las importantes costas y parece casi entrar en el corazón de Polignano a Mare. Después de Lama Monachile, entre las playas libres más bellas de Polignano hay que mencionar Cala Sala, mejor conocida como Port’Alga, un lugar incontaminado y panorámico, lugar favorito por los habitantes de la zona. Pequeña, pero caracteristica, es además Cala Paura, aldea de pescadores y lugar romántico, en que cada año se celebra la procesión marítima del santo patrón de Polignano. Otras playas de renombre de Polignano a Mare son Cala Grottone, Porto Cavallo, Ponte dei Lapilli, Cala Incina, Cala Fetente y la playa de San Vito.
En el centro de la ciudad se encuentra la playa más característica de toda Polignano a Mare: Lama Monachile. Esta playa, dicha también Cala Porto, es una verdadera postal dibujada entre el mar cristalino y las casas del burgo habitado. Su forma a delta, que delimita la playa blanca entre las dos costas altas y accidentadas, se debe al correr del río que hace millones de años existía y creó una de las muchas “lamas” de la costa de Bari. Las lamas marcan las huellas de los torrentes que se introdujeron entre los relieves impracticables de la zona y que, por fenómenos geológicos, se secaron dejando sólo un lecho de arena, Esta playa encantadora de Polignano a Mare, rodeada por grutas marinas, arrecifes y casas, hace alarde de la Bandera Azul de Europa y 4 Velas Legambiente.
Polignano a Mare es rica de grutas y cavernas que se desarrollan bajo de las viviendas y que devuelven su paisaje único en el mundo. Visitar todas las grutas de Polignano es casi imposible, de hecho tiene entre las grandes y pequeñas más de 70, pero es por cierto necesario sumergirse entre las leyendas, los colores y la historia de las grutas principales accesibles nadando o con barcos. La más famosa de las grutas de Polignano es Grotta Palazzese, en antigüedad fue salón de fiestas de los nobles locales y hoy es uno de los restaurantes más exclusivo en el mundo. Grotta Ardito, en cambio, es famosa por los juegos de luces que se notan en su interior y por adelanto, a la entrada, hay una preciosa columna natural blanca, llamada también Columna de Hércules. El misterio y la historia, entonces, envuelven todos los lugares de Polignano a Mare como la Grotta del Pianto, donde se podrá recorrer con el pensamiento la historias de las incursiones sarracenas, la Grotta delle Monache, preferida gracias a su complexión por bañistas discretas, la Grotta delle Rondinelle, donde resuena una leyenda de desventura y Grotta dell’Arcivescovado que parece ocultar algunas galerías secretas.
Grotta Palazzese es una de las 7 maravillas paisajística al mundo y es accesible principalmente por mar. Se cita en las enciclopedias de Diderot y D’Alembert, descrita en el viaje pintoresco del Reino de Nápoles y Sicilia por Abad Saint-Non e inmortalizada por el célebre grabador francés Louis Jean Desprez en el 1778. Se cuenta que la reina Juana de Anjou durante su visita en Puglia, fascinada por la belleza de este lugar, se concedió algunas horas de íntima felicidad. Su complexión, excavada en la roca calcárea bajo del centro habitado, la hace poderosa: de hecho, una vez entrados, se abre un escenario inimaginable. Grotta Palazzese tiene un diámetro interior más de 30 metros y un vano más pequeño que está compuesto por una playa de guijarros, después de una insólita terraza colgante: ¡parecerá entrar en otro mundo! La gruta está abierta desde el período de Pascua hasta el final de octubre y muchos son los tours en barco que permiten alcanzar este mágico destino saliendo de Polignano a Mare. Por eso, ármate de estupor: no será fácil quedarse frío delante del fascino de este grandioso antro vivido por los antiguos nobles de la zona.
Grotta Palazzese, o Grotta di Palazzo, se llama así porque pertenecía a los bienes de la familia Leto, familia feudataria de Polignano a Mare en el siglo XVIII. En el 1713, la familia Leto incautó la gruta en los bienes propios y convirtió Grotta Palazzese en un particular salón de fiestas anexo al Palacio del Marqués. En efecto fue una idea de Giuseppe Leto, realizada con hábil arquitectura, con la intención de conectar el Palacio a la gruta así que, se hizo a todos los efectos en la Gruta del Palacio. Este grandioso antro en la roca hoy se ha convertido también en sede del homónimo restaurante, uno de los 10 restaurantes al aire libre más exclusivo del mundo.
Justo bajo del Largo Ardito, poco lejos del centro de Polignano a Mare, encontramos Grotta Ardito. Su nombre llega de la familia que poseía este lugar, precisamente los Ardito. El prelado Giuseppe Ardito en el 1824 hizo construir y embellecer casas y mandó excavar en la roca para crear una escalinata de 48 peldaños para llegar a la gruta. Las escaleras fueron utilizadas hasta hace algunas décadas por los habitantes del barrio Pozziglioni y parece fueron siempre compartidas por la comunidad así como revela la epígrafe en latín que dice “No tengas miedo, o extranjero, no estás bajando al infierno sino estás llegando hacia un lugar precioso perfecto para nadar y tomar el sol”. Hoy la bajada a través de las escaleras ya no está viable. Llegando desde el mar a la entrada de la Grotta Ardito se puede también admirar una preciosa columna natural que se ha formado en la roca, llamada Columna de Hércules, así como una de las famosas columnas del viaje de Ulises. En conclusión, mientras desde el Largo Ardito se puede aparcar el coche tranquilamente y gozar de un maravilloso panorama, bajo, en la gruta, hay un juego de luces en las aguas transparentes que merece la pena ser visitada.
Grotta delle Monache (“Gruta de las monjas” en español) toma su nombre de la tradición local según la cual aquí las religiosas del hospital cercano iban a bañarse durante de bochorno de verano lejos de miradas indiscretas. También aquí se hizo construir una escalera desde la planta sobrestante que pero hoy no es accesible. La Gruta está formada por una única cueva alargada que baja a peldaños hacia una pequeña playa.
Grotta del Pianto en Polignano a Mare: ¿por qué se llama así?
Para alguien Grotta del Pianto (“Gruta del llanto” en español), para los habitantes de la Puglia por cierto Grotta della Chiangella: también aquí, como en el caso de la Grotta delle Rondinelle, será posible oír un sonido particular. El ruido de las olas y el eco al interior de la gruta, de hecho, parecen casi recordar el llanto de las mujeres. Puesto que todo el Salento fue víctima de las incursiones sarracenas, la tradición popular quiere que aquel particular sonido recuerde el llanto de las madres afligidas por el destino de sus hijas, violadas y sustraídas durante los ataques de los enemigos.
Para alguien Grotta del Pianto (“Gruta del llanto” en español), para los habitantes de la Puglia por cierto Grotta della Chiangella: también aquí, como en el caso de la Grotta delle Rondinelle, será posible oír un sonido particular. El ruido de las olas y el eco al interior de la gruta, de hecho, parecen casi recordar el llanto de las mujeres. Puesto que todo el Salento fue víctima de las incursiones sarracenas, la tradición popular quiere que aquel particular sonido recuerde el llanto de las madres afligidas por el destino de sus hijas, violadas y sustraídas durante los ataques de los enemigos.
A sudeste de Polignano a Mare, distante 300 metros, se eleva la isla de San Paolo: una pequeña isla caracterizada por el acantilado típico del lugar con la costa alta y accidentada, debida a la acción erosiva del mar y del viento. Su altura es de casi 20 metros sobre el nivel del mar y constituye un panorama único desde el mar donde sacar fotografías. La isla de San Paolo está llamada por los habitantes de Polignano a Mare también Scoglio dell’Eremita (“Escollo del ermitaño” en español) gracias a una antigua leyenda transmitida de padre a hijo.
Se cuenta que un misionero regresando de la Tierra Santa, o para otros un monje basilio en fuga del Oriente y en peregrinación en Puglia para difundir el evangelio, encantado por esta belleza, decidió tomar asiento sobre la isla de San Paolo. Aquí, lejos del mundo pero cerca de la civilización, el ermitaño pasó sus últimos días de vida en la paz de este lugar incontaminado y en soledad, consagrándose únicamente a la oración y a la contemplación. Luego el hombre fue adoptado por la comunidad local, de hecho muchos pescadores hacían alto sobre la isla para entregar al ermitaño bienes de primera necesidad. Hasta que un día algunos de estos pescadores encontraron el cuerpo del hombre abandonado y le dieron sepultura. Desde entonces la isla de San Paolo tomó también el nombre de Scoglio dell’Eremita (“Escollo del ermitaño” en español). Siempre según la leyenda, en honor de este ermitaño sobre la isla fue erigida la capilla conmemorativa de Sant’Antonio Abate pero que, muy probablemente, en el 1837 fue utilizada como lazareto para acoger las víctimas del cólera. Hoy en la cumbre de la isla, acampa una cruz que muchos asignan a los restos de la capilla de Sant’Antonio Abate pero que, probablemente, fue un homenaje de los fieles en ocasión de las celebraciones de la fiesta de San Vito del 1901.
Según la creencia popular, la Grotta dell’Arcivescovado (“Gruta del Arzobispado” en español) de Polignano a Mare representaba un escape por los prelados de Polignano durante las incursiones enemigas. En su interior, de hecho, se puede ver un estrecho pasaje pensando fue la salida de las galerías secretas conectadas al palacio arzobispal, una vez situado donde hoy está Piazza San Benedetto. De aquí llega el nombre Grotta dell’Archivescovado. El angusto antro, pero, después de algunos metros llega a ser sin salida y completamente impracticable, por eso no se encuentra ninguna huella de estos legendarios pasajes secretos.
Muchos confunden Grotta sotto Favale con Grotticella sotto Favale. Pero, en realidad son dos grutas cercanas al acantilado de Polignano y se encuentran ambas bajo de la mansión de Filippo Franco Favale, un estudioso de historia local. La Grotta Favale es una gruta muy sugestiva que merece ser mirada en dos maneras: volver la mirada hacia lo alto y, pues, mirándola de adentro hacia afuera, o sea hacia la luz que llega desde el mar. Grotticella sotto Favale, situada a la derecha de Grotta Favale, en cambio es un : de hecho su fondo está lleno de macizos derrumbados en que se esconden los pequeños habitantes marinos; no es casualidad si es una de los destinos favoritos por los pescadores muy pacientes. Dentro de la Grotticella sotto Favale fueron encontradas algunas vasijas vinateras que remontan a la época romana, testimonio de la presencia de una antigua colonia romana productiva en Polignano a Mare.
Entrando en la Grotta delle Rondinelle (“Gruta de la golondrina” en español), hay que poner atención a lo que se puede oír. Grotta delle Rondinelle es una de las grutas más famosas de Polignano a Mare, pero su fama se debe principalmente a una leyenda transmitida entre los habitantes de la zona.
Según esta leyenda, de hecho, al interior de la Grotta delle Rondinelle, cada año una golondrina tomaba asiento y construía su nido. Hasta que un día, una tormenta movió el mar destruyendo el nido construido por la golondrina con mucho amor. Desde aquel día, cada chillido que se oye en las cercanías, se considera un señal de mala suerte. Y por esta razón, este antro toma también el nombre de Grotta delle Rondinelle.
Polignano a Mare dista de Bari 33 km (36 km vial) y se puede llegar en coche, en tren o en autobús tardando casi 30 minutos de viaje. Con los medios de transporte públicos se puede alcanzar Polignano a Mare desde Bari a través de conexiones directas que salen cada hora, mientras hay un autobús que sale de Bari hacia Polignano cada 4 horas aproximadamente.
Si te preguntas qué ver a Polignano a Mare, hay que saber que su mayor fama está radicada en sus grutas, más de 40, que enriquecer el paisaje. El fenómeno cársico, el viento y la erosión de las aguas han creado un escenario único en el mundo, donde el centro habitado, milagrosamente enrocado sobre la costa, se apoya sobre las grutas que cortan el acantilado. Por eso, si quieres saber qué ver en Polignano a Mare, después de un paseo por el casco histórico con sus monumentos y sus calles, hay que considerar un tour en barco entre las grutas más bellas de la costa.
Port’Alga o Cala Sala no está tan lejos de Polignano a Mare, en dirección Monopoli. Dista casi 7 minutos en coche de Polignano a Mare o bien es accesible, por cierto, con una embarcación por mar. Su característica es la puerta en piedra que acampa sobre los escollos y que convierte Port’Alga en uno de los escorzos más particulares y fotografados de toda Polignano a Mare. Con respecto de las otras playas de Polignano a Mare, aquí se pueden admirar algunos rasgos de la Flora Mediterránea silvestre y no contrastada que van a acrecentar su belleza. Port’Alga es uno de los lugares favoritos por los habitantes de Polignano y fue también lugar de eventos de la tradición marinera como el balandro a la orilla de mar, o sea la característica cofa de pescado para cocinar y comer en la playa justo después de la pesca.
Cala Paura, también dicha Cala Paguro, se encuentra poco lejos del centro de Polignano a Mare. La cala es por una parte playa libre con tramos rocosos y escollos de mar, y por otra es bien equipada por el baño. Se muestra como una pequeña aldea de pescadores con casas y característicos barcos amarrados, llamados gozzi. Aquí hay una gruta murada y a menudo es lugar de paseos románticos al claro de luna. Cala Paura es famosa porque representa el destino de la procesión marítima del Santo Patrón, San Vito, cuya celebración sucede cada año el 14 de junio.
Sí, en caso de malas condiciones meteorológicas el tour podrá ser cancelado. En caso de cancelación, nos complace ofrecer a nuestros clientes la posibilidad de elegir otra fecha o, si no hay posibilidades de reservar de nuevo el tour, devolver el completo reembolso.
Paseo en barco al descubrimiento de Polignano a Mare y sus grutas
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