Sube sobre un tren de alta velocidad que, directamente desde Roma, te llevará a descubrir la maravillosa la costa de Amalfi. Con un exclusivo crucero podrás visitar tanto Positano como Amalfi, darte una zambullida en las aguas cristalinas de la costa y disfrutar de un paisaje que te dejará sin palabras.
Duración
13 horas
Disponible De Lunes a Viernes
Pequeños grupos Máx 12-14 personas
Punto de encuentro Estación de Roma Termini
Salida
07:00
El tour por la costa amalfitana desde Roma, a bordo de una cómoda embarcación con un grupo pequeño de 12-14 pasajeros, es la mejor manera de admirar el espectáculo que la costa ofrece: el mar y la montaña se encuentran creando un paisaje impresionante. Podrás explorar las ciudades hermosas de Positano y Amalfi, nadar y hacer esnórquel y relajándote hasta el final de día con un aperitivo. No falta nada. ¡Te esperamos!
Programa del tour en barco desde Roma a lo largo de la costa amalfitana:
Salida en tren de alta velocidad a las 07:00 desde la estación de Roma Termini hacia Nápoles. (La salida en tren de Roma a Nápoles es independiente; los boletos serán enviados por correo electrónico el día anterior al recorrido)
Llegada a la estación de Piazza Garibaldi (Nápoles) y encuentro con el chófer a las 08:45 fuera del Star Hotel Terminus para el traslado en minivan o minibus al puerto.
Embarque y salida por Amalfi con navegación a lo largo de la costa Sorrento. Durante el trayecto podrás admirar: la antigua aldea de pescadores de Marina Grande, los restos de una villa romana cerca de los Baños de la Reina Juana, la cascada natural que brota de la roca, la bahia de Ieranto y otras atracciones presentes a lo largo de la costa.
Haciendo el recorrido de la costa de Amalfi, podrás observar la isla de Li Galli, Nerano, Praiano, Fiordo di Furore.
Previstas un par de paradas para nadar y hacer esnórquel y una relajante pausa con tapas y bebidas ofrecidas a bordo.
Parada de 1 a 2 horas en Amalfi para visitar la República Marítima antigua y parada a partir de 1 a 2 horas en Positano para explorar la “perla” de la costa Amalfi.
Salida desde Positano hasta el puerto con degustación de limoncello.
Regreso al puerto y traslado en minivan o minibus hasta la estación de Piazza Garibaldi (Nápoles).
Salida en tren alta velocidad para Roma.
El precio incluye: Tren de alta velocidad Roma/Nápoles I/V – Traslados desde/para el puerto – Tapas – Bebidas alcohólicas y analcohólicas.
El precio no incluye: Recogida y traslado al hotel – Destination fee de € 5,00 por persona a pagar en destino – Equipo para el esnórquel (se recomienda que los clientes traigan el suyo, o se puede comprar antes del embarque: € 15 máscara, € 9 tubo).
No olvidar: Traje de baño – Toalla playera – Crema solar – Sombrero para el sol – Cámara.
La Bahía de Ieranto es una lengua de tierra que se desarrolla desde la aldea de pescadores de Nerano hasta casi llegar en Capri. Ieranto es hoy propiedad del FAI (Fundo Nacional por el
Ambiente) que organiza muchas visitas guiadas. La entrada al área siempre es gratuita.
Observando desde arriba parece un delfín, pero en realidad Li Galli es un pequeño archipiélago formado por tres islas que se asoman entre Capri y Positano. Actualmente es propiedad privada y por eso se puede visitarlo solo por invitación; los menos afortunados pueden admirarlo desde lejos haciendo un tour en barco. El archipiélago está formado por Gallo lungo (que es la isla más grande), la Rotonda y la Castelluccia. Toda la zona forma parte del área marina protegida de
Punta Campanella. Está conocido también como Le Sirenuse porque según la leyenda un tiempo fue poblada por las sirenas, que hechizaban con sus cantos los marineros en tránsito. Siempre según la mitología solo dos barcos lograron a no naufragar contra los escollos: la de Ulises, cuya
historia está contada en la Odisea de Homero, y la de los Argonautas, que se salvaron gracias a
Orfeo. Dicen que el mismo nombre Li Galli llegue proprio de la iconografía de las sirenas que, en el arte griego arcaico, no se presentan mitad mujer y pitad pez sino mitad mujer y mitad pájaro.
El archipiélago fue descubierto en los años ’20 por el bailarín y coreógrafo ruso Massine. En aquel tiempo Li Galli estaba cubierta por ruinas romanas y despoblada, por eso el hizo construir una villa gracias al arquitecto Le Corbusier que edificó también un teatro. Con su muerte, Li Galli fue comprado por otro bailarín ruso, Rudolf Nureyev, que tenía el sueño de realizar una escuela de baile. Con su prematura desaparición no logró hacerlo y en el 1988 la isla quedó despoblado otra vez.
Ahora es propiedad de un empresario de Sorrento, que alquila las residencias que están sobre la
isla solo para fiestas privadas.
Positano, el lugar así como las sirenas acogidas por la isla de Li Galli, nunca deja de seducir quien llega aquí. Positano aparece desde el mar casi como una concha, estriada de colores diferentes. Desde el verde de los Montes Lattari que la pintan de blanco, desde el rosa hasta el amarillo de sus casas mediterráneas, el gris plateado de las peladillas de las playas, y, en fin, el azul de su mar.
Durante la época romana en la costa de Positano se elevaban mansiones maravillosas, como atestiguan algunas ruinas cerca de la Iglesia de Santa María de la Asunción. Cuando en el 1260 fue saqueada por los Pisanos cambió su planificación urbana con finalidades defensivas similares a Amalfi con sus calles estrechas, casas entre las rocas, fortificaciones y atalayas.
Desde cada punto del pueblo se puede admirar la cúpula en mayólica multicolor de la Iglesia de Santa María de la Asunción, que en su interior guarda eli cono de la Virgen Negra perteneciente al siglo XVIII.
Curiosidades: el nombre de Positano nace de la leyenda. Se cuenta que el cuadro de la Virgen se encontraba sobre un barco, que, a causa del viento de bonanza, no logró hacerse a la mar. Los marineros oyeron una voz que decía “posa, posa” o sea “parad allí, en aquel sitio” y fue así que se acercaron al litoral.
Los habitantes de Positano, que dieron el nombre al pueblo con este acontecimento, cogieron la pintura y la llevaron en la Iglesia de San Vito, Santo Patrón de Positano, que ya no existe desde el ‘600.
Fue dejada allá pero milagrosamente por la mañana desapareció y fue encontrada cerca del mar, sobre un árbol de “mortella”. Llegando solo en aquel lugar se pensaba en un milagro, los habitantes de Positano empezaron así en el mismo sitio la construcción de la nueva Iglesia dedicada a María de la Asunción.
El pueblo de Praiano, repartido entre la costa y la montaña, ofrece playas atractivas y tranquilas y sobre todo aquí se encuentra la única playa de la Costa de Amalfi que está soleada todo el día. Confinante con Praiano hay el burgo de Furore, con su famoso fiordo donde cada año en el primer domingo de julio se practica una espectacular competición de saltos.
El Fiordo de Furore es uno de los lugares más afacinantes de la Costa de Amalfi. Está formado por una profunda grieta en la roca y está atraviesada por el torrente Schiato que corre rápido desde el altiplano de Agerola. Estas profundas ensenadas y rocas en desplomo son típicas de los paisajes del norte de Europa y también Furore toma los rasgos propios de aquellos paisajes de fábula mezclándolos a los olores y la atmósfera mediterranea. Como cada lugar encantado, también aquí no faltan las leyendas. Cuenta una leyenda local que el diablo en persona fue en Furore y que sus habitantes, no agradeciendo su presencia, se pusieron inhospitalarios en su contra. Entonces el diablo se marchó dejando un “recuerdo” cerca de Agerola, cometiendo el error de limpiarse con una de las más agresivas ortiga y huyendo dejó las ormas de sus pies por aquel trozo de camino.
Los históricos pero afirman que la municipalidad, denominada en pasado “Terra Furoris”, toma el nombre desde el ruido de las olas que chocan impetuosas contra los escollos del pequeño fiordo.
El Fiordo de Furore en pasado acogía fábricas que labraban el papel y descendiendo hacia el valle se encuentra todavía el antiguo lugar donde se dejaba secar el papel. Desde el 1997 está introducido en la UNESCO como patrimionio de la humanidad y recientemente hace parte del club de los “Burgos más bellos de Italia”.
Según la leyenda el país toma el nombre de Amalfi, de una ninfa amada por Hércules que fue enterrada aquí por voluntad de los dioses. Seguramente poblada por los Romanos, que huyeron sobre los Montes Lattari por salvarse de las invasiones germánicas y longobardas, fue un campamento por la defensa del Ducado Bizantino de Nápoles. La ciudad gozaba de una relación privilegiada con Bisanzio por la habilidad de los Amalfitanos en el comercio marítimo.
La singular arquitectura de casas blancas, el clima templado por todo el año y los característicos talleres la convierten en una destinación turística perfecta elegida por miles y miles de turistas.
Amalfi es una ciudad de casi 7000 habitantes, llena de historia y arte y da el nombre a la homonima Costiera Amalfitana, famosa en todo el mundo y desde el 1997, proclamada patrimonio de la humanidad UNESCO.
Entre los monumentos más famosos hay la Catedral de Amalfi en estilo árabe-siciliano dedicado a Sant’Andrea, patrón de la ciudad. La Catedral fue construida cerca de la Basílica más antigua, que a su vez fue edificada sobre las ruinas de un templo.
Al interior de la Catedral, con el cielorraso de casetones, se contraseña por una nave principal y hacia arriba, sobre el altar, hay la tela del Martirio de Sant’Andrea. Dentro de la Cripta está guardado el cuerpo de Sant’Andrea, el primer discípulo de Jesús y Santo patrón de Amalfi.
El Claustro del Paraíso forma parte de la Catedral de Amalfi, de hecho desde su atrio se accede a uno de los edificios más famosos e interesantes de toda la Costiera Amalfitana. Su construcción remonta a los años entre el 1266 y el 1268 como cemiterio de los ciudadanos ilustres y beneméritos de las familias nobles amalfitanas acogiendo sus sarcófagos.
Amalfi y la Costiera Amalfitana os esperan con sus aldeas color pastel asomados sobre el azul, la ensenadas, los fiordos, las sendas montanas de los inolvidables panoramas, el arte, la historia y las tradiciones y naturalmente la enogastronomía.
Sí, a la estación de Nápoles Central encontrarás el chofer que te espera al final del andén con un cartel que lleva tu nombre. Serás acompañado al minibús que te llevará del puerto de Piano di Sorrento donde te embarcarás.
El almuerzo no está incluido en el paseo en barco. Tendrás del tiempo libre sea en Amalfi que en Positano para almorzar. El personal a bordo te recomendará donde comer.
Sí, bebidas alcohólicas y analcohólicas a bordo están incluidas en el tour. Serán ofrecidos a elección: agua, bebidas analcohólicas, vino y cerveza. Todo acompañado por tapas (patatas, cacahuetes etc…)
Sí, en caso de condiciones meteomarinas desgraciadas el tour podrá ser cancelado; nos complace ofrecer a nuestros clientes la opción de una fecha alternativa o, cuando no es posible volver a reservar, el reembolso completo.
Paseo en barco por la costa de Amalfi desde Roma con traslado en tren de alta velocidad
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