La Gruta Azul
La Gruta Azul es la atracción más famosa de Capri: de todo el mundo llegan para visitarla aunque por algunos minutos. Es ancha 25 metros y larga 60 con una entrada alta menos de un metro, de hecho para entrar hay que sentarse en el suelo de pequeños botes de remos que desliza bajo un pequeño arco. En su interior hay la sensación de flotar en la oscuridad, sobre un agua tan azul que parece transparente.
El billete de entrada tiene que ser pagado exclusivamente a la boletería flotante fuera de la gruta (y solo en dinero contante). Desafortunadamente en verano se pueden formar colas de algunas horas para hacer la visita en barco al interior que dura solo 5 minutos.
Hay que poner en evidencia que la Gruta Azul està sometida al cierre por causa de viento y del mar agitado que rinden imposible la entrada.
Se puede acceder en dos maneras: por mar (con mucho preferible) y por tierra. Por tierra se parte por el centro de Anacapri bajando a lo largo de Via Pagliaro y después Via Grotta Azzurra (casi 3,5) o en alternativa hay un servicio de autobus que salen desde Piazza della Pace hasta Anacapri. Una vez bajados del autobus hay una escalera que conduce al mar y donde se hace una cola para subir sobre los barquitos.
La Gruta Verde
La Gruta Verde, conocida en la antigüedad como Gruta de los Turcos, está situada al lado meridional de la Isla de Capri y famosa por el color del agua en su interior que, a causa de singulares juegos de luz, toma el color verde.
La Gruta Verde se puede alcanzar únicamente por mar.
Una curiosidad: cerca de la Gruta Verde, andando hacia el Faro de Punta Carena, se puede admirar la Gruta de los Santos que toma su nombre gracias a su característica forma de las rocas que sobresalen del mar al interior de la gruta misma y que parecen un conjunto de monjes o fieles hincados de rodillas en oración.
La Gruta Blanca y La Gruta Maravillosa
Dando una vuelta por barco a la isla de Capri se encuentran muchas grutas todas para descubrir. Dos de las más sugestivas son la Gruta Blanca y la Gruta Maravillosa, ambas a poca distancia del Faraglione di Matermania.
A diferencia de las otras grutas de la Isla de Capri, la abertura de la Gruta Maravillosa no está a nivel del mar sino a una altitud de muchos metros. Una vez a su interior, se queda hechizados por el espectáculo de estalactitas y estalagmitas y por la vista que se puede gozar en el mar de abajo. Se puede accedera a esa gruta por una cómoda escalera donde arriban los barcos. La peculiaridad de la Gruta Maravillosa es la de dominar otra gruta, igualmente célebre. Abajo, de hecho, hay la abertura de la Gruta Blanca, llamada así por el calcáreo que decora su vuelta y sus paredes. Otra importante característica es la presencia de una estalagmita parecida a la virgen María en oración.
En fin se puede acceder a la Gruta Blanca solo por vía marítima.